Ilustraciones: James Ellsworth
«Al amanecer, después de andar toda la noche, llega a su casa. Hay un coche de policía delante de la verja».
Según parece, los vecinos han dado la voz de alarma por «una especie de mendigo que entra y sale de la casa a deshoras». Y ese mendigo es él.
Pero ¿por qué el dueño de esa casa en el País Vasco ha regresado, al cabo de tanto tiempo, con semejante aspecto? ¿Dónde están su mujer y su hijo? ¿Y qué ha hecho para acabar así?
A medida que el lector acompaña al misterioso protagonista en sus vagabundeos, va desplegándose una sobrecogedora verdad de la que son testigos mudos tanto las aves que lo sobrevuelan como los vecinos que lo acechan.
«Entonces también había gente que vivía de vigilar. Y gente que moría de ser vigilada».
Mediante una prosa fragmentaria, con un lenguaje desnudo pero profundo, Luisa Etxenike desarrolla en Aves del paraíso una situación opresiva que envuelve al lector en una intriga de amenazas e incertidumbres, que poco a poco se van despejando hasta desembocar en un desenlace sorprendente.
Luisa Etxenike (San Sebastián) es autora de las novelas Absoluta presencia, El detective de sonidos, El ángulo ciego (Premio Euskadi de Literatura), Los peces negros, Vino, El mal más grave, Efectos secundarios, Aves del paraíso (Nocturna, 2019), Cruzar el agua (Nocturna, 2022) y Llevar en la piel (Nocturna, 2023), esta última con su heterónimo de Antonia Lassa); de las obras teatrales La herencia (Premio Buero Vallejo), Gernika es ahora y La entrevista; del poemario El arte de la pesca, y de varias colecciones de relatos. Además de colaborar habitualmente en diversos medios de prensa escrita y radio, dirige un taller de escritura creativa y es directora tanto del espacio cultural digital Canal Europa como del festival literario Un Mundo de Escritoras. Ha recibido del gobierno francés la distinción de Caballero de la Orden de las Artes y las Letras.
978-84-17834-21-0
Septiembre 2019
Rústica con solapas
120
16,00 €
Noches Blancas, n.° 39
La prosa hipnótica de Luisa Etxenike acompañada de las maravillosas ilustraciones de Ellsworth dan como resultado un libro inclasificable, profundo, que combina un lenguaje fragmentado y sinóptico con una indagación.
Juan Carlos Galindo, El País